La cara B de los Oscars

La noche de los Oscars es un evento que siempre tiene mucha tela que cortar. Los aclamados ganadores de la estatuilla así como los rankings de los mejores o peores estilismos son el pan de cada año.No disimulemos, todos sabemos que lo mejor es destripar cada una de las anécdotas y curiosidades de la noche. Tranquilos, siempre hay un ojo que todo lo ve y se encarga de dar el chivatazo… Te presentamos esta guía fácil para hacerte el cultureta -nivel usuario- en la próxima conversación con amigos.

El Teatro Dolby de Los Ángeles se encargó de acoger anoche una de las alfombras rojas con más celebrities por metro cuadrado de todo el año. La  87ª edición de la ceremonia, en comparación a las predecesoras, se volvió demasiado sobria y con escasos puntos de locura que fueran carne de memes en redes sociales. A pesar de todo ha habido más de un momento reseñable que merece ser cuanto menos comentado.

El maestro de ceremonias ha sido Neil Patrick Harris, quien no destacó especialmente como conductor de la misma. El carisma de Ellen Degeneres y su histórico selfie dejaron el listón muy alto y es que las segundas partes nunca fueron buenas, tanto es así que la gala de este año es como una mala secuela de una gran película.

El repaso de ganadores va a ser sencillo así que te recomiendo crear una nota de texto en tu móvil para apuntarte las películas de las que hablará todo el mundo en las próximas semanas. La cinta triunfadora de la noche fue Birdman, de Alejandro González Iñarritu, ganadora de cuatro galardones -entre ellos el de mejor película- y que gracias a este empujón volverá a enganchar algún espectador curioso. Boyhood, sin embargo, quedó eclipsada por la primera consiguiendo hacerse con cuatro premios pero en categorías menos relevantes como mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje, mejor banda sonora original y mejor diseño de producción. Esto demuestra que este año la Academia ha sido partidaria de esas películas raras difíciles de digerir… ya tienes excusa para volver a ir a ver Birdman si no saliste muy convencido de haberla entendido a la primera.

En cuanto a los grandes aclamados del año es necesario nombrar a Eddie Redmayne. El británico fue premiado como mejor actor por su interpretación en la Teoría del todo y gracias a la torpeza innata que desprende encandiló a todo el mundo en los agradecimientos. Por otro lado, a la cabeza de féminas triunfadoras se posicionó  Julianne Moore, la cual se perfiló como favorita desde el minuto 0 por su papel en Siempre Alice.

El consuelo de los perdedores y de más de algún invitado con necesidad de reconocimiento estuvo patrocinado por Lego. La empresa se encargó de hacer réplicas de la famosa estatuilla y repartirlas entre los asistentes que posaban con ellas como si fuese un regalo de reyes. Emma Stone no consiguió la original pero suponemos que el duplicado que la regalaron supo satisfacer ese vacío existencial de la nominación. Sea como sea, el punto de color que se echó de menos entre tanta formalidad lo aportó la empresa sacando más de una sonrisa a los asistentes.

Entre grandes perdedores también fueron palpables grandes ausencias de pesos pesados de la industria del cine como Angelina Jolie y Brad Pitt o la mirada penetrante de George Clooney. Esta bien dar un retiro espiritual a los grandes siempre con la condición de que vuelvan a aparecer por la puerta grande en próximas ediciones.

Los estilismos más relevantes de la noche han sido escasos por no decir que inexistentes. La alfombra roja de este año nos ha sabido a poco y la sensación que se desprende al ver una de esas fotogalerías a modo de resumen es bastante agridulce. Si bien el estilismo masculino ha sido irrevelante – esmóquines a mansalva en los que lo único destacable era un color poco visto- la moda femenina este año se definiría en dos palabras: sosa y aburrida… De no ser por las dos grandes estrellas de la noche,  Lupita lució 6000 perlas en forma de vestido gracias Calvin Klein Collection como si fuese a hacerle competencia al brillo de las estatuas mientras que Julianne Moore, la gran ganadora, apostó por un diseño de la firma Chanel que le ha ayudado a posicionarse en los primeros puestos de las mejores vestidas. Por otro lado, lo mas hortera de la noche se mimetizó con la reina de la extravagancia, Lady Gaga y sus guantes de carnicera.

La cantante aunque no fue la más aclamada en cuanto a estilo en lo de cantar no la superó nadie. Una perfomance que había generado mucha expectación ya que ella misma se había encargado de anunciarla a bombo y platillo a través de todas sus redes sociales. La artista apareció en el escenario enfundada en un vestido blanco haciendo honor al que debió usar en su primera comunión y si, además de pasearse por allí también cantó. El resultado fue un impecable homenaje a «Sonrisas y lágrimas» que provocó una ovación general. Los planos traicioneros de cámara después de la actuación permitieron ver curiosidades inexplicables como Meryl Streep y JLo compartiendo asiento como si fuesen BFF.

Las tres horas de duración de la gala se deben hacer muy pesadas con tanta parafernalia y por ello el menú estuvo diseñado para recargar las pilas de todos los asistentes. Pescado con jengibre, mini hamburguesas, estatuillas de chocolate… y como no, los omnipresentes canapés de toda la vida pero esta vez en todas sus formas y variedades para satisfacer los estómagos más finos. El postureo multiplicado a la máxima potencia.

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