Que lo de los emojis se nos ha ido de las manos, no es ninguna novedad. Hemos empezado utilizando la flamenca como respuesta para casi todo (aunque yo siempre he sido más de las rubias bailonas) y algunos han terminado tatuándose la caca sonriente en el brazo. Hasta Primark, el rey de la moda low cost, nos ha incitado a comprar, desde camisetas con el chino negro, hasta colchas llenas de monos y berenjenas. El caso es, que cuando iba a publicar abiertamente que estaba en contra de todas las horteradas relacionadas con estos muñecos del demonio, me he topado con la siguiente maravilla y por consiguiente, me he tenido que comer mis palabras.
Los chicos de Burro Studio han aprovechado el furor de los emojis para darle una vuelta de tuerca al asunto y convertir algo tan cansino en algo genial. ¿Cómo? Pues con los colores Pantone. The Moji Itten, que es como se llama su proyecto, es una recopilación de doce fichas Pantone, en las que estos jóvenes italianos se han inventado nuevos nombres para los colores más representativos de los emoticonos: Cheese Burger, Tropical Flow o Nighiri Red, son sólo algunas de las ocurrencias.
No sé vosotros, pero a mi con este nuevo enfoque se me ha disipado un poco el empacho emoticonil. Eso sí, sólo de momento (a no ser que me alegren la vida poniéndome un unicornio).