Las zapatillas deportivas provienen del mítico calzado de New Liverpool Rubber Company, que las empezó a utilizar a finales de 1870. Se empleaban para jugar al croquet, el deporte que consiste en golpear bolas con un mazo para que atraviesen arcos de metal anclados en el césped. El cuerpo de las zapatillas se desarrollaba con una pala superior ondulada y una puntera curva, adaptada a la forma del pie. La entresuela levantada facilitaba la movilidad y la inclinación del cuerpo para agacharse o adaptar posturas flexionadas con comodidad.
Tom Ford vuelve a apostar por las deportivas clásicas mientras subraya todos estos elementos. Su nuevo modelo tiene todos los ingredientes para un buen calzado: algodón y cuero en la estructura superior, forro de cuero, suela de goma dentada con talón de 10mm, y además son elegantísimas. Fabricadas en Italia, estas zapatillas tienen el diseño perfecto para el look urbano. Aunque hay varios modelos en blanco con una banda lateral de cuero en diferentes colores (negro, marrón o azul), mis favoritas son las completamente negras. Refinadas y de diseño exclusivo Oxford, las deportivas de Tom Ford vuelven a posicionar a este genio en el ranking más alto de la elegancia construida a partir de la sencillez.