Allí me planté, un martes a las 10 de la mañana llegaba con una maleta express al hotel de Florencia que nos acogería en una fugaz visita. La verdad es que desde hacía mucho tiempo tenía ganas de volver a Florencia, y mucho más si es para visitar Pitti Uomo, con lo que intenté preparar mis mejores galas para estar a la altura de semejante situación. Así que allí me encontraba, rodeado de gente con mucho estilo, gente a la que ya le había echado el ojo a través de Pinterest o redes sociales, nubes de fotógrafos que capturaban lo mejor del streetstyle italiano, y yo. Me sentí uno más, fue algo muy divertido -sobre todo cuando te confunden con tu amigo Mariano Di Vaio en la Piazza del Duomo-, así que volví más enamorado de la ciudad si cabe.
La feria de Pitti Immagine Uomo celebraba su 88 edición, y vivirla ha sido toda una experiencia. El recinto es enorme -y cuando digo enorme me refiero a gigantesco- y fue casi imposible en tan poco tiempo recorrer todos los stands, pero ya tengo un wish-list que pronto os contaré.
Me acompañó Myrian, Directora de Comunicación y mi compañera de aventuras. Ella no conocía la ciudad, de modo que provechamos nuestro viaje para hacer un tour por Florencia. Perdernos por sus calles, cruzar el Ponte Vecchio o visitar la divertida Luisa Via Roma -que estaba con el lanzamiento de la subasta de los Ponys firmados por diseñadores-, todo un lujo. Además, visitamos a nuestros amigos de NOHOW, que hacía mucho que queríamos conocer al equipo al completo, y acompañamos a Mariano Di Vaio en la presentación de su primera colección de zapatillas. Una colección bonita, funcional y muy italiana. ¿Mis favoritas? Sin duda las de cocodrilo. La fiesta era casi a puertas cerradas, algo íntimo para amigos cercanos, y allí estábamos nosotros, comentando con él la sorpresa de nuestra visita. Y es que no queríamos dejar de acompañarlo en este salto empresarial, algo que para el equipo de NOHOW es bastante importante.
Dicen que lo bueno si es breve, dos veces bueno, ¿no? Pues eso. Volveré. Mientras tanto, me quedo con las fotos, los Snapchats que grabamos, y sin duda, con volver a ver a unos grandes amigos.
