Hoy es el #DiadelaMujer y hay muchas (y muchos) que hemos parado, nos hemos manifestado de mil maneras diferentes y cada cual está alzando la voz con sus ideas y pensamientos. Todas las opciones hay que respetarlas.
Yo me estoy manifestando como puedo… Me hubiera gustado parar de verdad y demostrar que si las mujeres paramos, se para el mundo pero no me podía permitir faltar al trabajo un día, ya que mi sueldo es irrisorio y sin cambios tras más de 4 años de trabajo y lealtad a la empresa…
Pero la mejor manera que tenemos de cambiar las cosas, además de saliendo a la calle un día, es EDUCAR. Nuestros hijos son el futuro. Nosotros ya hemos crecido en una sociedad de desigualdades de género, trabajos no remunerados, codificación mediática, brecha salarial, acoso sexual, techos de cristal, violencia machista física y psicológica… Y tenemos que luchar. Pero si educamos a nuestros hijos en una igualdad normalizada, sin distinción de género, libertad en todos los sentidos, incluida la sexual, ellos crecerán sin tener que luchar por cambiar nada, sin tener que ser valientes, pues para ellos la realidad será esa que tanto ansiamos. Educar en el feminismo, la igualdad y la superación, sin importar nada más que las propias personas.
Yo no tengo un marido que me ayuda, tengo un compañero con el que comparto todas las tareas tanto domésticas como de cuidados de nuestra hija. Y es lo que Mia ve en casa día tras día. Ella es un lienzo en blanco y queremos dar sólo pinceladas que hagan que el día de mañana ella termine su obra convirtiéndose en una mujer fuerte, independiente, autosuficiente y libre.
Y este post lo he escrito durante mi paro de 2 horas. Horas en las que no trabajé, salí a la calle y me manifesté para aportar mi granito de arena a un día tan importante y reflexionar sobre todo lo que podemos hacer CADA DÍA para que las reclamaciones que hacemos se hagan una realidad.