Todo hacía apuntar que Gigi Hadid se convertiría en imagen de la firma: su fuerte presencia en el desfile de la colección Primavera Verano 2016 de la firma en la Semana de la Moda de Milán, encarna a la mujer Versace a la perfección y acompañaba a Donatella en la primera foto que subió la directora creativa a su cuenta de Instagram.
Donatella Versace rompía todos los esquemas al presentar una colección alejada a lo que venía haciendo la firma. Su grito era el de una mujer en transición, una mujer en pie de guerra. El desfile se abrió con chaquetas entalladas, combinadas con shorts o pantalones anchos, llegó el turno de los monos, minivestidos y crop tops. Los zapatos siempre con plataformas. La colección de un inesperado color camel, fue acoplando tonos verdes -militar o verde oliva-, el camuflaje se instauró en las prendas, a veces, rematados con bordes horados o con la piel desnuda en los vestidos.
Una jungla urbana en la que no faltaron la propia Gigi, Natasha Poly y Raquel Zimmerman -sus compañeras en la campaña-, andando al ritmo del DJ portugués Violet And Friends. Quizás sea por eso que la modelo Gigi Hadid encaje en el perfil de mujer individual, orgullosa de su carácter, y es que tuvo que enfrentarse a quienes la llamaban gorda. Un pequeño bache en el camino a lo más alto. Su presencia en Victoria’s Secret le daría ese último empujón.
La campaña fue fotografía por el estadounidense Steven Klein, quien escogió como escenario los Lagos Salados de California. 200 millas cuadradas de sal envolvían a las tres tops, vestidas con los estilismos elegidos por Jacob Kjeldgaard, donde prima el color verde esmeralda, los amarillos, pinceladas en tono morado y el camel o negro.