Vuelta al «cole»

Vuelta a Madrid, vuelta a la rutina. Vuelta a la realidad… Se acabaron las vacaciones (de momento)

Han sido unas vacaciones diferentes. Las primeras que pasábamos juntos los tres. Además hemos querido eso, estar los tres solos. Primero estuvimos unos días con la familia, que con eso de tenerlos lejos, no perdonan poder ver a BabyMia y que les privemos de ello. Pero luego estuvimos solos en Zahara de los Atúnes, que como ya he contado en otras ocasiones, es un lugar muy especial para nosotros. Ellos, el mar y yo. 

Parece que a Mia le ha gustado el mar, aunque cuando en la orilla le alcanzaba alguna ola, encogía las piernas como si fuera una ranita subiendo las rodillas casi hasta las orejas. Puede que estuviera muy fría o quizá «la violencia» del agua le asustase. Sin embargo en la piscina era un pececillo. ¡Le encanta chapotear!

La arena le resultó muy interesante. La cogía con las manos y luego se la miraba haciendo movimientos con los dedos viendo cómo caía. De momento no se la ha querido comer, aunque en algún que otro traspiés por la toalla ha acabado con la cara (y la boca) llena de arena, porque sí, Mia ya está todo el tiempo de pie. En cuanto la dejas en cualquier sitio, su único objetivo es buscar algo a lo que agarrarse y sostenerse sobre sus dos piernecitas que a pesar de ser pequeñas y delgaditas, son fuertes y con algún que otro rollito para deleite de mis bocaditos. Lo que más le gustaba era agarrarse al palo de la sombrilla como si fuera una profesional de pole dance. Tendríais que verla, giraba y bajaba como toda una profesional 😂😂

A pesar de su afán por ponerse de pie, hemos intentado promover el gateo y parece que ya se está soltando. Ya no se queda quieta ni un segundo. Ahora es cuando vamos a empezar a sufrir. No somos partidarios de quitar todo lo que pueda suponer un peligro alrededor de ella, sino más bien estar muy pendiente (a veces un parpadeo es suficiente para perderla de vista) y tratar de evitar que toque lo que no debe, pero sin gritar ni sobresaltarla. Tratamos de evitar estar todo el día diciendo NO. ¿Cómo? Pues con llamadas de atención, preguntándole en otro tono ¿qué haces? ¿A dónde vas?… debe ser muy frustrante tener la «libertad» de explorar todo un mundo nuevo a tu alrededor y que cada dos por tres te digan «eso NO» «Estate quieta» «Suelta eso»… tiene que descubrir todo lo que le rodea, lo seguro y lo peligroso. Tiene que chocarse y caerse, para aprender las consecuencias. Aunque lo que más le llama la atención siempre son los cables, los enchufes y los objetos altos e inestables, ¡no falla!.

Un día intentó ponerse en pie agarrándose a las patas de una silla tipo Eames que tenemos en casa y parecía un sketch de Pepe Viyuela y la escalera… nos reímos mucho con su cara de agobio cuando se vio literalmente «enredada» entre las patas… pero tenía que liberarse sola.

También hemos seguido experimentando con el Baby Led Weaning aprovechando que con el calor, se pasaba el día en pañales y no nos importaba que acabase con el pelo lleno de brócoli, galletas o pera… aunque eso os lo cuento con más detalles en un próximo post.

Otra cosa curiosa ha sido que al estar todo el día juntas, le ha entrado un poco de mamitis. Cada vez que me veía lloraba y me echaba los brazos para que la cogiera, incluso cuando estaba con su padre. No es que no me gustase, porque me entraba una satisfacción por el cuerpo que no sabría explicar, pero no quiero que sufra por no estar conmigo. Es normal que a esta edad empiecen a extrañar, pero de momento lo lleva bien. Además tenía al padre asustado, porque sabía que al volver a Madrid las mañanas las pasarían solos en casa y pensaba que lloraría todo el rato echándome de menos. Por supuesto que no ha sido así. Todo ha vuelto a la normalidad sin mayores problemas. Es una niña que se adapta muy bien a los cambios.

Hemos aprovechado también la vuelta para cambiar la cuna a su habitación. Ha sido una decisión difícil porque nos encanta colechar con ella. Pero nuestra cama no la compramos pensando que íbamos a ser tres. De hecho la compramos según las medidas del primer piso que compartimos aquí en Madrid… así que no, no es muy grande. No descansábamos bien y luego los días los pasábamos hechos un trapo. Así que decidimos probar, y de momento lo llevamos bien. Aún no duerme las noches del tirón, y se despierta un par de veces, sobre las 2 y sobre las 6-7 de la mañana, y como seguimos con la lactancia materna, me toca ir hasta su dormitorio y darle el pecho allí, pero suele dormirse muy rápido. Aunque he de confesar que alguna noche me la llevo a nuestra cama y nos quedamos dormidas mientras mama… ¡placeres de la vida! Cuando me despierto, la llevo a su cuna y listo. Lo mejor es que ahora cuando despierta en su cuna, no llora directamente sino que se queda jugando un rato entretenida con sus peluches.

Y ahora a contar los días para las próximas vacaciones… aunque he de confesar que hemos vuelto con muchas ganas porque tenemos un proyecto entre manos que verá la luz a primeros de octubre y que estoy deseando desvelar. ¡Espero que os guste!

«Todo lo bueno se acaba», se suele decir. Pero en nuestro caso solo cambiamos de ubicación. Volvemos a Madrid, al trabajo y a la rutina pero juntos y disfrutando cada día como en vacaciones. Cada minuto con ellos vale millones y no pienso desperdiciar ni uno. Han sido unas vacaciones increíbles, las primeras en familia los 4 👨‍👩‍👧🐶. Y lo mejor es eso, que solo son las primeras… ¡Nos quedan tantas! . . . #BabyMia #Mumtobe #7meses #love #instagood #me #smile #follow #cute #photooftheday #instalike #followme #girl #beautiful #happy #instadaily #baby #igbabies #amazing #ZaharaDeLosAtunes #igers #family #cute #instalike #bestoftheday #holidays #like4like #Zaharaiso #instamood #instababy

Una publicación compartida por myrian | Mumtobe.es (@nairym) el

Suscríbete!
Entérate de todas nuestras noticias