Tras una semana investigando por las diferentes aplicaciones para ligar por internet (de verdad, qué complicado es encontrar el amor hoy en día, oiga) he de decir que me lo estoy pasando bastante bien. Tengo la autoestima un poco subida, no os voy a engañar. Esto de recibir likes, matches y atenciones varias de parte del género masculino puede animar a cualquiera. Aunque como siempre he dicho, mejor sola que mal acompañada, y eso ningún perfil online podrá cambiarlo. Pero, ¿qué tipos de hombres podemos encontrarnos?
A mí la verdad es que estas apps siempre me han recordado un poco a la experiencia de entrar en un bar (salvando las distancias, claro), ya que hay gente que está de colegueo, gente que va “de caza”, gente que vive en su propio mundo… Un sin fin de especímenes dignos de estudio.
Pongamos que uno de estos especímenes te sonríe, le sonríes de vuelta y os ponéis a charlar. A mí nunca se me ha dado bien el jueguecito ese de las miraditas, porque parezco una loca que no sabe pestañear bien, pero cada una tiene sus propias armas. Si funciona y acabas hablando con el espécimen en cuestión, aquí mi teoría es que querrá llevarte a su piso (o su coche o lo que quiera que le pille más cerca) para realizar una de las funciones humanas básicas que es la reproducción (por favor, siempre con protección), o querrá sencillamente charlar y conocerte. Ojo, que una cosa no quita la otra, se puede hacer de todo en esta vida. La cuestión es que en función de lo que busquéis/queráis los dos sucederá una realidad u otra, eso ya es cosa de cada cual.
Ese es básicamente el panorama que encontramos en las apps de ligar por internet. Hay de todo en la viña del Señor. Aquí mi esquema prototípico de las clases de especímenes que podemos encontrar en esta selva:
El del gym
Tengo que separar a este tipo de perfil en una misma categoría dada la cantidad de gente con la que me encuentro que cumple con las características. El denominador común es: muchas fotos, en el 90% sin camiseta marcando músculos independientemente de la temperatura, bañadores más cortos que mis minifaldas, corte de pelo a lo futbolista, gafas de sol enormes.
Que yo aquí no he venido a juzgar a nadie, que conste, pero he de decir que para mí estos especímenes cuyo hábitat natural es el gimnasio y colapsar el Instagram de selfies haciendo morritos o con fotos al espejo, pues los quiero lejos de mi cama, gracias.
Gente maja también conocida como pagafantas
Pues son los típicos que parecen majetes, agradables, pero con poca chicha de primeras. Esos que son más un osito achuchable con el que pasarías la tarde viendo El Diario de Noa tan a gusto, pero no te entran ganas de que te empotre contra la pared hasta el fin de los días.
Not my style
on chicos que por lo general no compagino de primeras. Normalmente en la descripción y por las fotos suelo hacerme una idea (prejuicios tenemos todos, pero yo intento no prejuzgar y conocer a alguien en el fondo, aunque tratándose de apps para ligar si no me pica la curiosidad no va a haber like, sorry not sorry) de que no vamos a llevarnos bien. Ya sea por gustos, costumbres, hobbies… puedo encontrarme con gente que fume porros, o gente que se dedique a hacer magia, o que tenga un grupo de rock, o que vista en chándal, o mil cosas más que bueno, no me entran por los ojos. Pero ¡eh! Cada uno tiene su público.
Sí, ¿pero no?
No sé definir bien estos especímenes, pero su denominador común es que podrías quedar con ellos y no reconocerlos. En estos perfiles sólo existen fotos con gafas de sol (a ver si nos enteramos de que la mirada es el reflejo del alma), o fotos en grupo (¿he venido a un concurso de “adivina quién es quién”?), fotos donde se ve un paisaje precioso pero no se le distingue ni el color del pelo… Creo que me vais entendiendo. Me gusta pensar que no me dejo llevar solo por el físico, pero a ver, hay que saber dónde se mete uno a jugar, y chico si no te dejas ver poco vamos a avanzar.
WTF o el antimorbo
Son la máxima expresión de la categoría “not my style”. Podría decir que estos especímenes no tienen en común conmigo más que ambos respiramos de la misma manera, porque a demás de eso podríamos venir de planetas de galaxias diferentes. Que como he dicho antes, cada cual tiene su público y sus gustos, pero es que oiga, para mí sería atracción nula. Cuando veo el perfil suele venirme a la cabeza la expresión inglesa WTF, que al español de a pie le saldría decir “¡¿pero qué cojones?!”, intentando entender de dónde ha salido ese muchacho. En el 99,9% de los casos es un dislike inmediato.
Love is in the air
De estos, me enamoro. Ya no sé decirte si es por el físico, por su sonrisa, su mirada, una frase que me encanta en la descripción, su canción de culto o porque se alinean los planetas. A veces ocurre que veo un perfil y se me derriten hasta las pestañas, y como soy de ilusionarme rápido ya me monto mis propias películas en la cabeza. Que también puede ser que me enamore debido a que se me haya escapado una hormona, porque a veces cambio de opinión en cosa de 10 minutos.
Ahora viene la hora de la verdad… he de adentrarme en las profundidades de internet, por senderos desconocidos, a ver qué me depara este nuevo destino.
Siempre vuestra,